...y ahogue el deseo de amarle mientras le devoraba...
El agua que corría por nuestros cuerpos desnudos
se llevaba nuestros pensamientos...
Pensamientos que murieron en el intento de vivir...
Y allí,
arrodillada frente a él,
me despedí...
sin decir palabras,
no por que no podía
si no, por que no quería...
Extrañaré su presencia
y olvidaré que desee amarlo
con toda la intensidad...
Sólo espero que mi recuerdo lo atormente
como sus caricias en mi piel lo harán...
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